El asedio de la Ciudad de los Inka, 1536.

Según testigos presenciales, dos ejércitos cuzqueños descendieron de los Andes centrales a la ciudad de Los Reyes en 1536. Uno por la ruta de Mama y otro por el camino de Quives. Por la ruta de Mama, bajaron Quizu Yupanqui y Yanqui Yupanqui con los capitanes: Puyo Willka, Allin Sonqo Inca, Wallpa R’oqa y los curacas Nina Willka de los Yauyos y Apo Xaxalla de Huarochiri, con una fuerza de más o menos 30000 hombres. El otro ejército al mando de Illa Thopa, avanzó sobre Los Reyes por el camino de Quives con gente de Atavillos de Canta y parte de Yauyos, de cuyas capitanías no tenemos noticias. Quizu Yupanqui persiguiendo a Francisco de Godoy, llegó hasta la localidad de Ati y después de arrollar a las avanzadas de Pedro de Lerma y Diego de agüero, se emplazó en las faldas del cerro que posteriormente se llamó cerro de San Cristóbal.
El cerco cuzqueño no tomó de sorpresa a los europeos. Por aviso de las etnias amigas y de Mama Kuntur Wacho, estos estaban preparados para defender la ciudad de Los Reyes. El curaca de la Magdalena, Cristóbal Wakay refiere por ejemplo, que cuando Pizarro supo de los planes del general Quizu Yupanqui, llamó a los curacas del valle de Limaq y a sus comarcas para pedirles ayuda. Otro testigo presencial, Juan Tanta Xullka, dice que 15 ó 19 días antes del asedio, llegó a esta ciudad Mama Kuntur Wacho con 1000 soldados para reforzar a los 4000 que un tiempo antes había enviado con el curaca Korima.

Quizu Yupanqui e Illa Thopa, cumplido los ritos del plenilunio iniciaron el cerco de la ciudad de Los Reyes probablemente el 19 de este mes de 1536. Por su parte, el gobernador Pizarro los estaba esperando con 400 ó 500 europeos y el apoyo militar de miles de soldados nativos de los curacas de la Magdalena, Maranga, Surco, Lurigancho, Pachacamac, Chilca y otros comarcanos, que con la gente del curaca Guacrapaucar, sumaron una fuerza suficientemente grande para frenar el asedio de los cuzqueños.

El asalto a la ciudad, se inició un día jueves que debió ser el 24 de agosto según el testimonio de Martín Pizarro. Se afirma que cuando Quizu Yupanqui después de haber cruzado el río Rímac comenzaba a entrar en las calles de la ciudad y sus hombres caminaban ya por “por encima de las paredes” de las casas, fue violentamente atacado por un escuadrón enemigo de 60 jinetes. El choque fue tan recio que el general cuzqueño murió peleando a la cabeza de sus soldados, derribado por una lanza. Su muerte en este ataque trascendental para la historia de los cuzqueños constituyó una irreparable pérdida para el ejército del Inca. No obstante a la infausta muerte de Quizu Yupanqui, el ataque a la ciudad duró unos días más.